Después
del polvo en suspensión sahariano del día anterior, la mañana levantina sorprendía
con una fina lluvia que embarrizaba las calles y teñía de marrón los vehículos,
aunque eso no fue óbice para que, como cada viernes, los Dalton Buidaolles
visitaran – esta vez paseando y con paraguas – un local cercano al Instituto; en el ya frecuentado barrio de Malilla.
Callos en salsa |
Bacalao y calamares |
El
tema, de candente actualidad en los últimos días, fue la sentencia de la
Audiencia Provincial de Palma de Mallorca sobre el caso Noos. En la tertulia,
todos parecían coincidir con la indignación de un sector mayoritario de la
población, porque el cuñado del Rey, a pesar de haber sido condenado a algo más
de seis años de prisión, quedara, provisionalmente, libre y sin fianza. El
debate, por tanto, estaba servido entre quienes estaban a favor de que la
constitución se debe modificar para dar entrada a otras formas democráticas de
elegir al Jefe del Estado, y los que consideraban que eso supondría la ruptura
de la unidad nacional, al dar pie a los partidos nacionalistas a pedir la
independencia en sus territorios.
Otro
tema tratado, fue la victoria del Valencia Club de Futbol sobre el Real Madrid
en partido de liga. Todo parecía indicar que, después de una pésima campaña del
equipo Che en lo que se llevaba de campeonato liguero, últimamente, estaba
viendo la luz al final del tunel.
Para
sorpresa general, alguno de los Dalton confesó que aún era analmente virgen: es
decir, que, como medida de prevención, aún no se había hecho la colonoscopia
recomendada a la población cuando alcanza determinada edad. Un tema que dio comienzo con cierto cachondeo, derivó en un coloquio serio, hasta con
aportaciones científicas.
En
una fecha carnavalera, ¿cómo no deleitarse con los placeres de la carne? –
aunque sólo sea de caballo o de cerdo – Pues el carnaval, cuyo significado
tiene una derivación de “bacanal”, –
fiesta celebrada en la antigua Roma en honor a Baco - supone, precisamente, eso: deleitarse con los
placeres de la carne, del vino… y del sexo. Una fiesta de origen pagano que con
el tiempo ha ido cobrando carácter religioso; un atracón sin medida, de todo
aquello que pudiera resultar placentero, durante la semana anterior a la
cuaresma. - Tiempo de ayuno y continencia previo a la Pascua. “Aquí, - como diría Serrat - el noble y el villano, el prohombre y el
gusano, bailan y se dan la mano, sin importarles la facha…”
Sin
embargo en Valencia, el Carnaval no es tan celebrado como en otras ciudades,
aunque en el Bar Cafetería L’amistat los Dalton Buidaolles encuentren el
deleite no sólo en el sentido del gusto, también en el de la vista. Las curvas
voluptuosas de aquella solícita y camplaciente camarera, - de ceñido pantalón y
camiseta - dio lugar a un nuevo tema de conversación, eso sí, aquí sin debate;
pues parecía haber unanimidad y aprobación general. No obstante, la
discrepancia sólo surgió cuando se ponía en tela de juicio si los atributos más
atractivos de aquella muchacha, eran naturales o, por el contrario, habían
sufrido cierta alteración de volumen. Consciente ella de su poder seductor, del
mismo modo que una modelo en pasarela, se movía con donaire y gallardía,
embobando a la clientela, - eclusivamente masculina - que en ese momento
frecuentaba el establecimiento.
José González Fernández